Busque y rescate: Introducción

Resumen

Debido al pecado, la condición humana es terrible, pero Dios ha provisto la solución. ¿Quién buscará a los perdidos?

— Lectura bíblica recomendada: Lucas 19:10

Introducción

I. El cristiano que ha sido transformado interiormente tiene la responsabilidad de alcanzar al mundo con el Evangelio.

II. Esta serie de lecciones se enfocará en varios principios fundamentales necesarios para cumplir la Gran comisión.

Exposición

I. La gravedad de la condición humana.

A. Si se espera que alguien emplee tiempo, energía y recursos en algo, se le debe dar una buena razón para la tarea asignada.

B. El Señor fue claro en cuanto a la necesidad de llevar el Evangelio a los demás.

1. Él dio el ejemplo y mandó esto (Lucas 19:10; Mateo 28:18-20; Marcos 16:15-16).

2. Él habló del castigo eterno para los perdidos (Romanos 1:18-32; 2 Corintios 5:10-21; 2 Tesalonicenses 1:5-10), e identificó a aquellos que debían advertirles del peligro (Mateo 25:14-30; Juan 15:1-2, 8; cf. Ezequiel 3:16-21).

II. La única solución.

A. Como se mencionó anteriormente, la condición del hombre es terrible; sin embargo, Dios ha venido en forma humana y ha ofrecido salvación a la humanidad perdida (Tito 2:11-14).

B. En contraste al pensamiento popular, la solución para el pecado es única (Juan 6:44-45; 14:6; Hechos 4:11-12; 10:42-43; Romanos 1:16-17; 10:13-17; Efesios 4:4-6; 1 Timoteo 2:4-5).

III. ¿Quién aceptará la comisión de Dios?

A. En el tiempo de Isaías, el pueblo de Dios estaba experimentando el castigo de sus pecados (Isaías 1:2-17).

B. Dios hizo un llamado para que ellos «razonaran» con Él (Isaías 1:18-20, LBLA) y fueran perdonados.

C. Al ver la visión de la gloria del Señor, Isaías reconoció su condición perdida y la de sus compatriotas (Isaías 6:1-5), pero el Señor lo purificó (Isaías 6:6-7).

D. Luego escuchó una voz que decía: «¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?» (Isaías 6:8a).

Conclusión

I. La misma pregunta se nos hace ahora; ¿responderemos como Isaías lo hizo: «Heme aquí, envíame a mí» (Isaías 6:8b)?

II. Las siguientes lecciones nos ayudarán a prepararnos para la tarea que Dios nos ha dado con el fin de vencer algunos de los obstáculos personales que nos impiden cumplirla.