Limpiados por Jesús

Lectura bíblica recomendada: Juan 13:8-9

Introducción

A. Cuando Dios llamó a Isaías para ser un profeta de Israel, Isaías supo que necesitaba limpieza (Isaías 6:1-7).

B. Lo cierto es que todos necesitamos limpieza espiritual, y el Único que puede proveer tal limpieza es Jesucristo.

Exposición

I. Solamente Jesús puede limpiarnos.

A. Solamente Él pudo limpiar a los leprosos (Mateo 8:2-3; Lucas 17:12-14).

B. Solamente Él pudo limpiar a una mujer que había sufrido por mucho tiempo (Lucas 8:43-44; Marcos 5:25-29).

C. Hubo algunos espíritus inmundos que solamente Él pudo dominar (Marcos 5:1-5; 9:14-29).

II. ¿Cómo nos limpia Jesús?

A. Jesús nos limpia con Su Palabra (Juan 15:3; cf. Mateo 8:8,16; Lucas 4:36; Efesios 5:26-27).

B. Jesús nos limpia con Su toque (Mateo 8:3,15; 9:20,29; Marcos 7:33).

C. Jesús nos limpia con Su sangre (Hechos 22:16; Hebreos 9:14; 1 Juan 1:7; Apocalipsis 1:5).

D. Jesús nos limpia de adentro hacia afuera (Mateo 23:25-26; Lucas 11:39-41).

Conclusión

A. Nunca se debe considerar como inmundo lo que Jesús ha limpiado (Hechos 10:15; 15:9; 2 Corintios 6:14-7:1; 2 Pedro 1:9).

B. Para que Jesús nos limpie, debemos llegar a Él en fe y ofrecer el sacrificio que Él demanda (cf. Mateo 8:4).