Nuestra batalla espiritual: La paternidad

Resumen

La ausencia paternal ha causado estragos en la sociedad, pero la peor consecuencia es la negación del Padre celestial.

— Lectura bíblica recomendada: Deuteronomio 6:4-19

Introducción

I. El primer campo de batalla de Satanás es el hogar.

II. El hogar fue la primera institución de Dios para la humanidad, y cualquier otra institución es tan fuerte como las familias de las cuales está compuesta.

III. Al atacar el hogar, Satanás puede destruir más fácilmente a la humanidad.

IV. Los padres son un elemento clave para el fortalecimiento del hogar.

Exposición

I. La batalla contra los padres.

A. La cultura moderna ha estado atacando a los padres por décadas. Muchos programas de televisión, películas, etc., representan a los padres como tontos e incompetentes.

B. Tristemente, muchos hombres han confirmado tal descripción.

C. Este es un insulto a la sabiduría de Dios para el diseño de la familia.

D. La devaluación de los padres ha tenido efectos catastróficos en la sociedad.

II. Las consecuencias de la ausencia de los padres.

A. La información de las organizaciones de salud, justicia y servicios sociales muestran las consecuencias catastróficas para los hijos, incluyendo un mayor índice de suicidios, encarcelamiento, desórdenes de comportamiento, violación, destitución, pobreza, pandillaje, mortalidad, violencia, drogadicción y obesidad.

B. Una vez más, la sabiduría de Dios es vindicada, y la necedad de las filosofías humanas es expuesta (1 Juan 3:20; Salmos 103:14).

III. Las órdenes militantes de Dios para los padres.

A. Los padres deben tomar el liderazgo espiritual en busca de la piedad sobre todo lo demás (Génesis 18:19; Josué 24:14-15; 1 Tesalonicenses 2:11-12; 1 Timoteo 3:4, 12).

1. Esto requiere transmitir a los hijos el conocimiento de Dios y de Su voluntad (Deuteronomio 4:9; 6:6-7, 20-25; Salmos 78:4).

2. La transmisión del conocimiento no es suficiente; debemos entrenarlos, educarlos y corregirlos para que lleguen a la madurez espiritual (Efesios 6:4; Proverbios 22:6).

B. Esto comienza con la determinación de ser buenos esposos (Efesios 5:22-33; 1 Pedro 3:7).

1. Frecuentemente los hijos llegan a ser la clase de esposos que sus padres fueron.

2. Frecuentemente las hijas aceptan de sus esposos lo que sus padres les brindaron.

C. Una de las responsabilidades principales del padre es la disciplina piadosa (Proverbios 3:12; 13:24; 19:18; 22:15; 23:13-14; 29:15, 17).

D. Pero los padres no deben ser disciplinarios fríos e incompasivos; deben ejemplificar compasión (Salmos 103:13-14; Efesios 6:4; Colosenses 3:21).

IV. Dios, nuestro Padre.

A. El impacto de nuestra paternidad es más grave que el impacto físico de las estadísticas modernas.

B. Frecuentemente el Nuevo Testamento hace referencia a Dios como nuestro Padre (Romanos 1:7; 1 Corintios 1:3; 2 Corintios 1:2; Gálatas 1:3; 3:26; 4:4-7; Efesios 1:3).

C. Si brindamos a nuestros hijos un ejemplo negativo paternal, socavamos la relación de ellos con su Padre celestial.

Conclusión

I. Como en el caso de las madres, los padres tienen una responsabilidad inmensa en el hogar.

II. Dios creó a la humanidad compuesta del varón y la mujer por una buena razón, y cada vez que ignoramos nuestro propósito y función, acarreamos consecuencias.

III. La ausencia paternal ha causado estragos en nuestra sociedad, y la peor consecuencia de todas es que muchas almas nunca llegan a conocer al Padre.

IV. Dios ama y aprecia a todos los padres que se esfuerzan en ser lo que Él quiere que sean.