Útil para Corregir

Esta es la tercera parte de una serie de bosquejos sobre la utilidad de la Palabra: (1) Útil para Enseñar; (2) Útil para Redargüir; (3) Útil para Corregir; (4) Útil para Instruir en Justicia. Lectura bíblica recomendada: Salmos 119:65-68

Introducción

A. Hay mucha gente que puede decirle cuáles son los problemas del mundo, pero ¿quién tiene la clave para corregir tales cosas?

B. La Palabra de Dios es la única fuente que podemos usar para reprender al mundo de pecado, y en ella también encontramos el mensaje positivo que el mundo necesita para andar en el camino correcto.

Exposición

I. Todos los grandes reformadores dependieron de la Palabra de Dios para la corrección.

A. Cuando David vio que había hecho algo equivocado, fue a la Ley para corregirlo (2 Samuel 6:8-9; 1 Crónicas 15:2,13).

B. Cuando Josías se dio cuenta de que Judá había sido rebelde, fue a la Palabra para corregir las cosas (2 Reyes 22:11-13; 23:2,21).

C. Esdras y Nehemías instaron a los que habían regresado del exilio a regresar a la ley de Dios (Esdras 3:4-5; 6:18; 7:10; Nehemías 8:1-8).

II. Si necesitamos corregir a alguien o requerimos autocorregirnos, debemos acudir a la Biblia.

A. Pedro corrigió al grupo de penitentes en Pentecostés al usar la Palabra (Hechos 2:38; cf. Hechos 18:26-27).

B. La Biblia es útil para la corrección en nuestros hogares (Deuteronomio 6:6-9; Efesios 6:4).

C. La Biblia es útil para la corrección en la iglesia (Gálatas 6:1-2; 2 Tesalonicenses 3:6).

Conclusión

A. ¿Hay algo que se deba corregir en su vida? ¿Leerá la Palabra de Dios y confiará en Él lo suficiente como para escuchar lo que le dice que debe hacer?

B. Jesús dijo que el hombre sabio escucha Sus palabras y las obedece (Mateo 7:24-27).