Tenga cuidado de lo que oye
Resumen | Dios enfatiza la necesidad de oír. Pero es muy importante que el hombre se asegure de que está oyendo la Palabra de Dios. |
El mundo está bajo condenación (Juan 3:18; 1 Juan 5:19). Por sí solo, el hombre no puede deshacerse de su pecado (Jeremías 10:23).
Dios manda que los pecadores Lo escuchen: «¡Tierra, tierra, tierra! oye palabra de Jehová» (Jeremías 22:29). El objetivo principal de la Biblia es el oído. En el Nuevo Testamento, Jesús declaró dieciséis veces: «El que tiene oídos para oír, oiga», o usó una expresión equivalente. Él también dijo que los oídos que oyen son bienaventurados (Mateo 13:16).
El Señor usó adicionalmente otra manera de enfatizar la importancia de oír. En nueve ocasiones, preguntó a los judíos: «¿No habéis leído?» (Mateo 12:3,5; 19:4; 22:31; Marcos 12:10,26; Lucas 6:3; 10:26; Juan 10:34). Un texto clásico sobre la importancia de oír la Palabra de Dios es Mateo 4:4, donde Jesús dijo a Satanás: «Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios».
Sin embargo, el hombre también debe tener cuidado de lo que oye. No todo lo que se oye—incluyendo lo que sale de la boca de algunos predicadores—debe ser oído. En Marcos 4:24, Jesús dijo: «Mirad lo que oís».
El oyente debe ser cuidadoso de oír solamente la Palabra de Dios, ya que:
La Palabra nos hace libres (Juan 8:32).
La Palabra salva el alma del hombre (Santiago 1:21).
La Palabra nos santifica (Juan 17:17).
La Palabra nos ayuda a conocer a Dios (1 Corintios 1:21).
La Palabra puede dar vida nueva al hombre (Santiago 1:18).
La Palabra nos limpia (Juan 15:3).
La Palabra nos da vida (Juan 6:63).
La Palabra puede producir fe en el hombre (Romanos 10:17).
La Palabra convierte al pecador (Salmos 51:13).
La Palabra da herencia al hombre (Hechos 20:32).
La Palabra juzgará al hombre (Juan 12:48).
La Palabra enseña al hombre cómo llegar al cristianismo (Hechos 2:41).
La Palabra evitará que el hombre sea castigado (2 Tesalonicenses 1:8).
La Palabra es el mensaje de salvación de Dios para el mundo (1 Corintios 1:18-21).
La Palabra es el poder de salvación de Dios (Romanos 1:16).
Solamente la Palabra puede resolver el problema del pecado del hombre. Por ende:
Los niños necesitan oír la Palabra; usted debe enseñarles.
Los adolescentes necesitan oír la Palabra; usted debe enseñarles.
Los sordos necesitan oír la Palabra; usted debe enseñarles.
Los padres necesitan oír la Palabra; usted debe enseñarles.
Toda la gente necesita oír la Palabra; usted debe enseñarles.
«¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?» (Romanos 10:14).
Derechos en español © 2020 por www.ebglobal.org. Traducción por Moisés Pinedo. Título original en inglés, «Be careful what you hear», en Droplets of Living Water, 22 de septiembre, 2020.